En la segunda parte
del siglo XVIII se reportó su existencia en amplias zonas de Santa Rosa, sin
embargo, como consecuencia de múltiples traslados hacia otros lugares y
variados procesos históricos, incluso en el periodo colonial, convirtieron a
los xinkas en un grupo
muy vulnerable.
Como su definición
como grupo étnico ha sido en función de
criterios lingüísticos y su idioma está en serio peligro de extinción, es muy
probable que el número de xincas sea superior a los 306 estimados por el
investigador Tzian en 1994, o los 107 reportados por la Comisión de
Oficialización de Idiomas Indígenas en 1998.
Algunos investigadores señalan que supuestamente llegaron de México y desplazaron a los Pipiles de amplios territorios de los actuales Jutiapa, Jalapa y Santa Rosa.