• Elije tu variedad (injerto) y tu patrón (portainjerto). Para que tu injerto tenga éxito, necesitarás un esqueje (pequeño fragmento de planta para injerto) de una variedad saludable sin enfermedades (árbol de origen) y un árbol en crecimiento adecuado (patrón).
• Corta un esqueje. Para el injerto de escudete, haz un corte en la rama de alrededor de 1,2 cm (1/2 pulgada) por debajo de la yema y de 1,9 cm (3/4 de pulgada) de profundidad. El corte debe ser lo suficientemente profundo como para incluir la capa interior verde y suave de la corteza, pero no más que eso.
• Haz un corte en T en tu patrón. Elije una parte de la rama o retoño de unos 0,6 cm (1/4 de pulgada) o 2,5 cm (1 pulgada) de diámetro. Esta parte debe estar libre de yemas; no debe haber ninguna. Haz un corte vertical de alrededor de unos 2,5 cm (1 pulgada) de largo en la corteza lo suficientemente profundo como para dejar expuesta la capa verde.
• Introduce el esqueje. Desliza el esqueje con la yema por debajo de los trozos de corteza levantados del patrón con cuidado de no introducir suciedad o gérmenes en el proceso. Corta cualquier parte del esqueje que sobresalga del corte en T; todo debe encajar a la perfección.
• Ata el esqueje al patrón. Rodea el patrón con algún material elástico de goma, como cinta para injertos, para mantener el esqueje en su lugar. Ten cuidado de no ajustar demasiado o de cubrir la yema.
• Retira la atadura. La cinta con la que rodeaste el patrón se empezará a aflojar luego de un mes y finalmente caerá. Pero si no lo hace, retírala con cuidado para que el área no se vea perjudicada.
• Vigila el desarrollo de tu yema. Si la yema se ve rellena y saludable, probablemente siga viva. Pero si se ve seca, significa que ha muerto y tendrás que empezar todo de nuevo.
• Retira cualquier otro material. Durante la primavera siguiente, haz un corte en bisel a 1 cm (1/2 pulgada) arriba de la yema una vez empiecen a brotarle hojas. Retira cualquier otro brote que aparezca debajo de la yema para incentivar el desarrollo del injerto.